viernes, 27 de marzo de 2009

Los presos impiden que el asesino de Marta del castillo se ahorque!!


El principal imputado por la desaparición y muerte de Marta del Castillo, Miguel C.D., intentó ahorcarse ayer en la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla) con el cordón de su propio chándal, si bien la rápida intervención de los presos más cercanos al recluso y del personal de la prisión evitaron el suicidio del joven, según confirmaron a Europa Press fuentes penitenciarias.
Los hechos ocurrieron, tal y como adelanta en su edición de hoy El Correo de Andalucía, en torno a las 20,00 horas, cuando el presunto autor de la muerte de Marta fue al servicio antes de ir a cenar e intentó acabar con su vida. Un interno del centro lo encontró colgado de un cordón, de manera que dio la voz de alarma y la tragedia pudo ser evitada.
El recluso, que se encuentra en prisión desde mediados de febrero, no sufrió lesiones por la vigilancia a la que es sometido en la cárcel al tener activo el Protocolo de Prevención de Suicidios, que implica que el joven está permanentemente acompañado por un 'interno-sombra' para garantizar su seguridad.
Miguel C.D. ingresó en la cárcel de Sevilla-I por orden judicial el pasado 16 de febrero, si bien al día siguiente fue trasladado a la prisión de Morón de la Frontera para alejarlo del "foco" de los hechos, de la misma forma que fue trasladado a la cárcel de Huelva su presunto cómplice Samuel B.P.
El presunto responsable de la muerte de la joven sevillana, cuyo cuerpo sin vida podría yacer en el vertedero de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) de ser cierta su última versión en la que aseguraba que tiró el cadáver de la menor a un contenedor de la calle León XIII, se encuentra interno en Morón de la Frontera, desde donde sólo ha salido para la práctica de diligencias requeridas por el juzgado que instruye la desaparición y muerte de Marta del Castillo Casanueva.

viernes, 20 de marzo de 2009

La venta de coches registra su mayor descenso en 15 años


Las matriculaciones de automóviles han descendido un 17,6% en la primera mitad del año frente al mismo periodo de 2007 hasta cerrar el semestre con 702.368 unidades vendidas, lo que supone la mayor caída desde el primer semestre de 1993, cuando el mercado automovilístico descendió un 28%Además, la venta de automóviles, que constituye un buen indicador del nivel de consumo de las familias por ser el primer bien de este segmento cuya compra se aparca en épocas de vacas flacas, ha registrado en el primer semestre del año el volumen más bajo de los últimos diez años, pues hay que remontarse a la primer mitad de 1998 -cuando se matricularon 621.000 unidades- para encontrar una cifra inferior a la de los seis primeros meses de 2008.
Durante el pasado mes de junio, las matriculaciones de turismos y todoterrenos se han situado en 114.958 unidades, lo que supone un fuerte desplome del 30,8% en comparación con el mismo mes del ejercicio precedente.
Los malos datos del mercado han obligado a la asociación Anfac a convocar en los próximos días una Junta Directiva, según un portavoz, para revisar de nuevo las previsiones para lo que resta del año, que en su última revisión fue fijada en un descenso de un 9%. Una decisión que pone de relieve que el verdadero calado del frenazo económico está lejos de determinarse.
Un mes especialmente malo
Ante este panorama, Luis Valero, director general de la organización, ha advertido que la tónica de julio va a ser la línea para el resto del año, aunque ha admitido que este mes ha sido especialmente malo, cuando su tónica, junto con julio, es la de ser alto en matriculaciones.
A medio plazo, Valero se ha mostrado confiado en que el Plan VIVE para estimular la renovación del parque con la compra de coches poco contaminantes ayude "un poquito", y ha explicado que no hay elementos comparativos para evaluar cuál podría ser su impacto.
Anfac centra las causas de la fuerte caída del mercado de turismos en la desaceleración y deterioro de la situación económica actual, que se plasma en una fuerte disminución del consumo privado, un incremento notable de la inflación y un aumento del desempleo, unido al endurecimiento de las condiciones crediticias.